A diferencia de otros países emergentes, el contexto económico y el clima de negocios en Brasil son favorables y claramente “occidentales”.
Como otros grandes países de inmigración, Brasil ha sabido desarrollar una gran voluntad de desafiar el futuro y un alto índice de iniciativas empresariales entre jóvenes y menos jóvenes. El mercado puede resultar a veces complejo, pero es altamente atractivo, con “reglas del juego” similares a las españolas. Además, hay una apertura de entrada a lo que es “extranjero” y, en particular, a lo “latino”, debido a afinidades lingüísticas y culturales.
Sin embargo, la percepción de proximidad cultural puede representar una trampa para muchos empresarios e inversores españoles.
Existe siempre la necesidad de adaptar los conceptos de business, gestión y organización del trabajo a la realidad local, un proceso que en BCS denominamos “la tropicalización” y que no tiene que tener necesariamente una connotación negativa. Lo importante es ser consciente de este proceso para dejarse aconsejar por personas expertas en acompañar a empresas europeas por este camino.
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